domingo, 26 de febrero de 2017

La erupción del Vesubio

La erupción del Vesubio
Relato histórico

El 24 de agosto del año 79 d. C., los habitantes de Pompeya, una hermosa e importante ciudad de la antigua Roma situada en la bahía de Nápoles, se vieron sorprendidos por una gran catástrofe.
Aquella noche, mientras la mayoría de los habitantes de la ciudad dormían, una inmensa y densa nube negra, con forma alargada, hizo su aparición en el horizonte. La nube estaba formada por humo y cenizas procedentes del Vesubio, un volcán que se encontraba a unos 8 kilómetros de allí, y que había permanecido dormido durante largo tiempo.
Poco después, de aquel extraño paraguas que cubría el cielo comenzaron a llover cenizas y rocas ennegrecidas. Y hasta el mar, como temeroso, se retiraba, dejando la playa cubierta de cascotes y peces muertos. Fue entonces cuando los pompeyanos empezaron a sentir el miedo en sus cuerpos.
la lluvia de piedras y rocas cayó sobre Pompeya haciendo intransitables las calles, al tiempo que los suntuosos edificios temblaban violentamente. El aire caliente que envolvía la ciudad se hacía irrespirable. Por todas partes se oían gritos enloquecidos, llamadas de socorro, sollozos de niños… unos se escondían, otros se buscaban, la mayoría lloraba su desgracia y no pocos creían que había llegado el fin del mundo.
Muchos pompeyanos se resguardaban en sus hogares, a la espera de una ayuda que nunca llegó. Otros huyeron en tropel de la ciudad, aunque en el campo o en la costa continuaron sus sobresaltos, Ya que la tierra temblaba y se resquebrajaba, Y el mar, embravecido, sufría una fuerte resaca que lo hacía retirarse cada vez más.
Después de un largo infierno que duró unas veinte horas, el cielo de Pompeya pareció recobrar su color azul. Los supervivientes albergaron entonces alguna esperanza. Pero fue por poco tiempo porque el volcán volvió a entrar en erupción aún con más fuerza y, de nuevo, regresaron las tinieblas. Del cráter del Vesubio ascendía una columna de humo que tenía varios kilómetros de altura.
El volcán vomitaba gigantescas llamaradas y las gentes que habitaban en la ciudades más próximas veían crecer aquel inmenso fuego y pensaban que Pompeya estaba ardiendo.
Unos días más tarde, los vecinos de aquella ciudades acudieron a Pompeya y la encontraron cubierta por una gruesa capa de ceniza, semejante a una gran nevada. La mayoría de los pompeyanos yacían allí sepultados.
Uno de los supervivientes de aquella tragedia, por hallarse a unos cuantos kilómetros de la ciudad, fue un escritor llamado Plinio el Joven, quien relató este suceso por carta al historiador Tácito. Esa carta es hoy en día un documento histórico de primer orden.
Pompeya se ha convertido, con el paso de los años, en una muestra muy interesante de la vida cotidiana en la Roma del siglo I. Ninguna otra excavación arqueológica ha permitido conocer con tanta exactitud las formas de vida del mundo antiguo. Los restos de la ciudad, Que se calcula que tenía entonces unos veinticinco mil habitantes, Fueron descubiertos en el siglo XVI, prácticamente intactos, y dejaron a la vista todo el esplendor de Pompeya antes de la erupción de el volcán, un legado histórico de valor incalculable
Basado en Plinio el Joven

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comenta lo que te ha parecido la entrada aquí.
Un abrazo