Guacamole mexicano
INGREDIENTES
6 aguacates medianos o 4 grandes maduros (aconsejo los medianos por su sabor)
100 g. de tomate (2 tomates pequeños)
100 g. de cebolla (1 cebolla mediana aproximadamente)
1 lima entera
1 cucharada de hojas de cilantro fresco (sin tallo)
Sal al gusto
1 bolsa de Nachos o Dippas de Doritos (o su marca preferida de totopos o triángulos de maíz)
Opcional (si te gusta el picante, es fundamental): 1 chile serrano (si no lo encuentras puedes utilizar jalapeños en conserva, guindilla o cayena)
Les apetece viajar a México? Pueden hacerlo con el paladar con esta deliciosa receta de guacamole mexicano. Este clásico de México podríamos decir que le gusta a todo el mundo, desde el vegetariano más radical al más apasionado de las barbacoas. Una receta vegetariana de la que no existe una receta única, algo similar a lo que pasa con el Hummus o crema de garbanzos.
Hay muchos tipos de guacamole, en México cada uno tiene su propia receta que varía según la región a la que uno pertenece. La mayoría con un toque picante que para un español es un poco difícil de asimilar, aunque en casa nos gusta con bien de picante. Todo el mundo coincide en los ingredientes básicos a emplear: tomate, cebolla, chile serrano, cilantro, limón y aguacate, la verdad es que cuando un plato es sencillo y lleva cuatro cosas no hace falta añadirle más y más ingredientes, porque pierde su verdadero sabor.
El aguacate tiene un montón de variedades pero el más conocido es el de México (de donde es originario). Es un fruto que nos ayuda a regular el colesterol gracias al ácido oleico que contiene y que aporta agua, proteínas, fibra, carbohidratos, minerales y es un potente antioxidante.
En resumen, un alimento con un montón de cosas sanas y beneficiosas para nuestro cuerpo serrano, importante en nuestra dieta y alimentación. La mayoría de las veces que utilizo aguacate en mi cocina es para una crema o una ensalada, ahora es un fijo en mi cesta de la compra y poco a poco lo irán viendo en más recetas.
En México podemos encontrar dos clases de guacamole, si el aguacate está completamente molido se llama aguamole y suele servirse en taquerías populares o puestos ambulantes de comida. La versión con trocitos de aguacate que se suele preparar en casa es el guacamole propiamente dicho. Esta deliciosa salsa se prepara en un plis-plas y es muy sencilla, fantástica como aperitivo.
Espero que se pongan manos al aguacate y lo preparen en casa, es un plato que triunfa entre los amigos cuando vienen a ver un partido.
PREPARACIÓN:
1. Pelamos la cebolla y lavamos el tomate. Los picamos muy finos, lo más posible, que se vean pero que se note lo justo.
2. Elegimos unos aguacates maduros que no estén demasiados duros para aplastarlos, además el sabor del aguacate maduro es mucho mejor. Debe estar maduro pero no blando, la piel debe estar firme y al apretar con el dedo se hundirá ligeramente. Si los han comprado muy verdes, los pueden envolver en papel de periódico y dejarlos en un bol a temperatura ambiente para que maduren. Nunca en la nevera.
3. Cortamos los aguacates por la mitad hasta el hueso y giramos cada parte separando las dos mitades. Nos ayudamos de una cuchara de plástico para vaciar las dos partes y dejamos el hueso en la misma fuente donde vamos a poner el aguacate.
4. En México se trituran los ingredientes con un molcajete o mortero de piedra pero en España es complicado conseguirlo. Yo lo hago con un tenedor de plástico o madera y en un bol de plástico, de esta forma evitamos la oxidación y conseguimos una pasta más o menos irregular con tropezones. Añadimos el zumo de la lima directamente sobre el aguacate y empezamos a aplastar con el tenedor. Echamos dos cucharadas de hojas de cilantro, si son muy grandes las troceamos directamente con las manos. Mezclamos todo con el tomate y la cebolla que tenemos reservados y una pizca de sal.
5. Picamos el chile serrano muy fino, yo me suelo poner guantes porque el picante puede ser peligroso si luego te frotas los ojos. Lo añadimos a la mezcla y juntamos todo con una cuchara de madera con movimientos envolventes para no variar la textura irregular de nuestra salsa.
6. Probamos por si es necesario añadir un poco más de picante y sal.
Recuerden que lo vamos a tomar con totopos o triángulos de maíz, también llamados nachos, frituritas o como se come en México con chicharrones de cerdo o cortezas. Todo esto lleva sal y lo vamos a usar como cucharas, así que no se pasen de salados.
7. Presentamos en un bol con todos los nachos alrededor y una buena Michelada que diría mi amigo Nacho. Espero que os guste.
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